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Todos somos muy conscientes de lo importante que es dormir bien. Un sueño reparador es fundamental para un óptimo rendimiento al día siguiente, ya seamos adultos o hablemos de niños. Y la influencia de un buen descanso también está intrínsecamente relacionada con una buena salud, ya que el sueño influye más de lo que podemos creer en nuestro buen estado, tanto físico, como psicológico.
Hay factores que pueden ayudar a conseguir un sueño realmente reparador. Y uno de los más importantes es la temperatura. La pregunta entonces es: ¿cómo conseguir un sueño reparador? Desde el periódico El Economista nos dan algunas pistas. Y una de las principales respuestas es que la temperatura ideal para dormir son los 21 grados.

Cómo influye la temperatura en el sueño

La temperatura externa que el cuerpo necesita para dormir bien es aproximadamente 21ºC, ya que por encima o por debajo de estos grados ya no se duerme bien. Esta afirmación viene avalada por las declaraciones del vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada, José Antonio López Rodríguez, quien señala que “con el aumento de la temperatura ambiente, se produce una hiperactivación del metabolismo motivada por el esfuerzo corporal de mantener la temperatura interior acorde con la exterior, lo que tiene consecuencias cerebrales. Y, al estar más activo, aparecen síntomas como irritación, nerviosismo y los temidos trastornos del sueño.”

Según explica López Rodríguez, “esta hiperactivación metabólica, que a su vez produce una activación cerebral, es la que nos impide dormir bien, dando lugar a un incremento de los trastornos del sueño y la ansiedad y, ambos trastornos, se complementan y se potencian el uno al otro, dando lugar a una espiral que es necesario frenar a tiempo para evitar posibles crisis”.

La irritabilidad, nerviosismo o falta de sueño, son algunos de estos síntomas. Para este profesional, “no pasa nada por dormir mal 2 o 3 días; debemos desmitificar este aspecto, el cuerpo humano está más que preparado para superar esta circunstancia”. “En lo que nuestro cuerpo se adapta al calor, debemos irnos a dormir, solo y exclusivamente cuando tengamos sueño, por una sencilla razón: dar vueltas en la cama, pensando que no nos dormimos, no hace sino reforzar el sistema de alerta y nerviosismo de nuestro cerebro, con lo que dormir se hace tarea imposible”, asegura el experto.

Factores para conseguir un sueño reparador

Lo primero que debemos saber es que nuestro cerebro pasa por cinco fases diferentes durante el sueño: Etapa 1, 2, 3, 4 y sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM en inglés). Es decir, nuestro cerebro pasa por distinto patrones de ondas cerebrales en cada etapa, así lo describe el portal médico Medline Plus.

¿Qué cambia? La respiración, el ritmo cardiaco y la temperatura. Por eso la temperatura de nuestra habitación puede ser un elemento clave para garantizar una correcta calidad del sueño. Los expertos recomiendan una temperatura que oscile entre los 15 y 19 grados centígrados, teniendo en cuenta que temperaturas mayores a 24º y menores a los 12º pueden ser peligrosas.

Por ello, es importante mantener una correcta temperatura en los dormitorios. Y en esa tarea, unos de nuestros grandes aliados son los equipos de MCONFORT, ya sea nuestra gama de verano o de invierno.

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