El sistema de calefacción más eficiente
Gracias al control mediante termostatos de alta precisión.
Permite distintas temperaturas en diferentes espacios
Una vez instalado no requiere más inversión.
No produce ningún ruido ni resíduos u olores.
Los sistemas de calefacción por suelo radiante son los que consiguen un mayor nivel de confort por dos motivos:
La distribución del calor en planta es uniforme, por lo que no se generan corrientes de convección.
Que el foco emisor de calor esté situado en el suelo, debajo de nosotros, nos sitúa en la zona de mayor confort térmico.
La calefacción por suelo radiante eléctrico es un sistema muy eficiente, ya que trabaja con temperaturas inferiores a los sistemas convencionales para conseguir el confort térmico.
Cada estancia funciona con su propio termostato por lo que en función de sus necesidades de uso puede adaptar su temperatura de forma independiente.
El consumo eléctrico (160 W/m²) únicamente se produce en los períodos de calentamiento de cada estancia.
Es un sistema de calefacción a baja temperatura en el que el elemento calefactor va integrado en el suelo, de tal modo que es este cerramiento el que irradia calor. Se instala bajo cualquier pavimento.
La generación de calor del sistema de suelo radiante eléctrico se basa en el conocido efecto “Joule”, que produce calor al paso de una corriente eléctrica a través de un hilo conductor. Un termstato analiza la temperatura del local y determina el paro o funcionamiento del sistema en función de la temperatura fijada en el mismo. Su objetivo es lograr amplias superfícies radiantes a baja temperatura (25º a 29ºC). La radiación emitida por el suelo calienta a su vez paredes, muebles y el aire de la estancia. El calor se mantiene en la zona inferior de la estancia, generando una perfecta sensación de confort.
Sensacion de calor uniforme, con temperatura ambiente ligeramente más alta en la zona inferior.
Temperatura controlada mediante un termostato de alta precisión que garantiza la máxima eficiencia energética.
No reseca el ambiente, y al no existir convección de aire no remueve las partículas de polvo o impurezas, mejorando la calidad del ambiente. Es el único sistema de calefacción recomendado por la OMS.
Al estar instalado bajo el suelo, no queda a la vista ni interfiere en el diseño de interiores. Tampoco resta superficie ni genera conflictos con otros elementos arquitectónicos. Además es totalmente silencioso.
No requiere revisiones ni inversiones periódicas o sustitución de piezas por desgaste. Una vez instalado, nos olvidamos para siempre.
Ofrece la posibilidad de mantener temperaturas diferentes en diferentes espacios, lo cual permite ahorrar mucha energía y crear espacios de confort a nuestro gusto.
En los sistemas de emisores puntuales (radiadores, splits, etc.) las zonas de confort no son uniformes. Los puntos más cercanos al emisor pueden tener calor excesivo y los más alejados pueden sentir frío. Además, las corrientes de convección generan zonas de confort deficiente.
En los sistemas de suelo radiante la zona de mayor confort (que será la más próxima al foco emisor) siempre estará próxima al suelo, que es precisamente donde más nos interesa, ya que es la zona que usamos en nuestro día a día. Al trabajar a baja temperatura, se evitan las zonas de calor excesivo y tampoco hay corrientes de convección.
El suelo radiante eléctrico tiene un proceso de instalación muy sencillo y sus mallas son muy fáciles de manipular a la hora de salvar obstáculos.
Su fácil instalación y ausencia de mantenimiento, hacen que este sistema sea el más limpio, saludable y económico del mercado.
Por ello el sistema de calefacción mediante suelo radiante es adecuado para todo tipo de espacios:
Viviendas, hoteles, edificios públicos, hospitales, centros deportivos, comercios, oficinas, locales de hostelería, industrias, granjas, invernaderos, etc.
El sistema de calefacción ideal para usar en nuestro hogar.
No supone un impedimento a la hora de redistribuir el mobiliario.
Podemos gestionar la temperatura de espacios multiestancia de forma sencilla.
Los termostatos de alta precisión controlan muy bien la temperatura.
Su rango de trabajo evita zonas con temperatura excesiva.
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