Si en verano analizamos la relación entre calor y seguridad laboral, ahora le toca el turno al frío. Para ello, vamos a reproducir un artículo de Manuel Domene en la Gaceta de la Protección Laboral. Según señala este análisis, el frío es un riesgo añadido al trabajo y, generalmente, este riesgo existe cuando se trabaja a temperaturas iguales o inferiores a los 10-15º C, que pueden darse en interiores o a la intemperie.
En el mejor de los casos, el frío es responsable de incomodidad térmica, lo que no deja de ser un déficit ergonómico. La falta de confort redunda en distracción, lo que no sólo reduce el rendimiento en tareas que puedan exigir especial concentración, sino que aumenta el riesgo de aparición de incidentes o, incluso, accidentes. Simultáneamente, la exposición al frío puede ser el catalizador de algunas enfermedades, agravando los síntomas de otras de carácter crónico que padezca el trabajador.
No es difícil que por culpa del frío se manifiesten o acrecienten los síntomas de una enfermedad de base, pudiendo experimentar los afectados situaciones de incapacidad y problemas de salud de forma prematura. Además, ello implica aumento de gastos empresariales, descenso de la productividad e incremento del gasto sanitario.
La inhalación de aire frío y seco provoca cambios fisiológicos en el tracto respiratorio.
¿Cómo gestionar el riesgo laboral del frío?
Disponemos de la norma ISO 15743:2008 (Ergonomía del entorno térmico) que presenta una estrategia y herramientas prácticas para evaluar y gestionar el riesgo del frío en el lugar de trabajo. Incluye modelos de evaluación y gestión, una ‘check-list’ para identificar los problemas laborales relacionados con el frío, así como un modelo que ayuda a los médicos del trabajo y ergónomos a identificar los síntomas que denotan la sensibilidad de las personas más vulnerables. Esta norma internacional también guía en la aplicación de métodos científicos de evaluación del riesgo inherente al frío.
Para combatir el frío en los despachos, M CONFORT dispone de una amplia gama de productos orientados a climatizar las oficinas y los despachos, como los calentadores bajo alfombra o las alfombras calefactoras.